domingo, 2 de abril de 2017

14. Terceira - Costa norte - Raminho

Para dirigirnos al norte de la isla decidimos ir por una carretera interior, en lugar de coger la autovía para poder parar si encontrábamos algún lugar bonito.
Además queríamos buscar un lugar donde poder ver la puesta de sol.
La primera parada fue Sao Sebastiao, con un precioso imperio y su iglesia Matriz.

Iglesia Matriz - Sao Sebastiao

Imperio - Sao Sebastiao

En el camino también nos cruzamos con las vacas que iban de regreso a casa.


Buscando un mirador que indicaba el mapa, nos metimos por una pista forestal con la tierra de color rojo que pasaba por una zona boscosa preciosa, fueron unos cuantos kilómetros y dejamos el coche coloreado de rojo.






Acabada la pista forestal encontramos la carretera de la costa hacia Quatro Ribeiras, allí paramos en un mirador.


Mirador de Quatro Ribeiras

Mirador de Quatro Ribeiras
Y ahora viene lo mas surrealista del viaje. 
Por esas fechas se celebraban muchas fiestas patronales en las distintas feligresias. Eso lo supimos ese día.
Como para ellos era fiesta y la fiesta la celebran en la calle, pues cortaban la carretera.
Cortaban la carretera y ya está.
Los lugareños no tienen problema porque se conocen todos los atajos, pero nosotros...
Cruzando otra pequeña parroquia llamada  Vila Nova nos encontramos en mitad de la carretera mujeres que estaban haciendo alfombras de flores como se hace aquí en Corpus. Ellas tan campantes, mientras los coches las íbamos sorteando. Decidimos darnos media vuelta e irnos hacia el oeste, que ya era terreno conocido.

Llegamos a Raminho que era la zona donde pensábamos encontrar un lugar para ver la puesta de sol. En su mirador tuvimos la suerte de poder contemplar un hermoso arco iris.


Mirador de Raminho

Raminho
Y ya nos apostamos allí a esperar que llegara la puesta de sol.


Mirador de Raminho

Mirador de Raminho

Mirador de Raminho

Isla La Graciosa - Mirador de Raminho

Mirador de Raminho

Mirador de Raminho

Isla Sao Jorge - Mirador de Raminho
Oculto ya el sol, con negra noche sobre nuestras cabezas, pusimos rumbo a Angra.
Lo que no contábamos es que en todas las poblaciones que teníamos que cruzar celebraban sus fiestas patronales. Eso quiere decir que las carreteras principales estaban cortadas porque la fiesta estaba en la calle.

La verdad es que no lo pasamos nada bien. Noche cerrada, por caminos rurales por los que no se veía a nadie, sin ninguna indicación, al GPS le costaba reposicionarse porque esas carreteras no las tenia registradas...
En fin, después de un buen rato conseguimos encontrar la carretera principal y conseguimos llegar a Angra sin mas problemas.
Cenar, hacer las maletas y mañana regreso a casa.


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