jueves, 24 de diciembre de 2020

2. Parque Natural Arribes del Duero - Fermoselle

Fermoselle, el pueblo de las mil bodegas.

Elegimos Fermoselle como cuartel general y punto de partida de todas las excursiones para  conocer los arribes. Lo hicimos porque la Posada Doña Urraca, donde nos alojamos, era una de la joyas que no podiamos perdernos en este viaje. Lo vimos recomendado en muchas de las páginas web que visitamos para preparar el viaje. He de decir que no nos defraudó.

Posada Doña Urraca - Fermoselle

El edificio que hoy es la posada, fue el antiguo cuartel de la Guardia Civil, reformado y gestionado por una familia que tiene una fábrica de embutidos conocida en toda la comarca.
Lo primero que llama la atención es su nombre: Fermoselle. La etimologia popular le da el significado de "fermosa ella", aunque no está del todo claro.

Nos encontramos en la comarca de Sayago, casi lindando con Salamanca y junto a la frontera con Portugal. Cercada por dos rios: el Duero al oeste y al mediodia y el Tormes al sur. 
La villa está situada sobre peñascos y muchas de las construcciones aprovechan la misma piedra como cimiento o parte de la construcción. Por ello sus calles son empinadas y tortuosas.

Está considerada la capital de las arribes, por su situación estratégica de villa fronteriza. Portugal se encuentra a 7 Km en linea recta y a 15 Km por la carretera que cruza la frontera por Bemposta.


Fermoselle 

Su origen se situa en época preromana, se cree que los celtas ya habitaron este lugar. Se conoce que durante la Edad Media tuvo importancia por ser lugar de descanso de peregrinos que procedian del sur y que seguian ruta hacia Santiago de Compostela. Tuvo fama en tiempos de la Reconquista y posteriormente durante el reinado de Felipe IV. Su núcleo urbano fue declarado conjunto histórico-artístico en 1974.

La plaza Mayor es el centro neurálgico de la villa. Se trata de un recinto de planta irregular rodeado de arquerias y edificios en piedra que parece fueron construidos entre 1880 y 1920. 
En la  plaza Mayor se celebran acontecimientos de todo tipo: suelta de vaquillas, verbenas, conciertos, etc. 

Plaza Mayor - Fermoselle


En la plaza encontramos el ayuntamiento, edificio de dos plantas rematado por un reloj y una campana, conocida como "campana torera"

Ayuntamiento de Fermoselle

A la izquierda de la fachada del ayuntamiento, un bonito arco de piedra y artesonado de madera nos introduce en un estrecho pasaje para descubrir la tipica construcción fermosellana incrustada en la piedra.

Fermoselle

Fermoselle

Fermoselle

Tampoco podian faltar los típicos arcos de las plazas castellanas.

Fermoselle


En una esquina de la plaza Mayor, se levanta la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, un templo cuyo origen se remonta al siglo XIII. Construida en estilo románico, a lo largo de los siglos ha sufrido distintas transformaciones. 
De la construcción original solo quedan dos portadas románicas y poco más. En tiempos de los Reyes Católicos se introdujeron nuevos elementos góticos y renacentistas. La nave la rehicieron en el siglo XVI y en el XVIII la cabecera, que es románica de transición. La cúpula y el ábside son renacentistas.
La torre es uno de los últimos  elementos que se añadieron en el siglo XVI.


Iglesia Nª. Sª. de la Asunción - Fermoselle

Portada románica - Iglesia Nª. Sª. de la Asunción - Fermoselle

 Iglesia Nª. Sª. de la Asunción - Fermoselle

Iglesia Nª. Sª. de la Asunción - Fermoselle

En su interior podemos ver retablos barrocos, esculturas del siglo XIV y XVI, piezas de orfebreria y ornamentos sagrados.

Una de las esculturas me llamó la atención por lo original que la vi, se trata de San José, La Virgen Maria y Jesús, la originalidad es que el niño no es un bebé, se trata de un niño de 6 o 7 años. Pocas Sagradas Familias he visto representadas así. Lástima que no he encontrado información sobre ella.

Iglesia Nª. Sª. de la Asunción - Fermoselle

Iglesia Nª. Sª. de la Asunción - Fermoselle

Iglesia Nª. Sª. de la Asunción - Fermoselle


El órgano, del siglo XVIII, se atribuye a un maestro afinador de la capilla Real de Carlos III. Está bastante deteriorado.

Una vez visitada la bonita iglesia nos disponemos a callejear por la villa. En algunos puntos se puede intuir un pasado judio, la localidad acogió a decenas de familias judias conversas, que se convirtieron al cristianismo pero siguieron manteniendo sus usos y costumbres sefarditas.
En muchas de las construcciones podemos ver mensulas en las fachadas, ahora sirven de apoyo para balcones pero los judios las utilizaban para sostener los candelabros de siete brazos.

Fermoselle

Fermoselle

Fermoselle


Fermoselle


Fermoselle

En la imagen superior podemos ver el Arco, reducto de lo que queda de la antigua muralla y puerta de entrada a la villa. Se trata de una puerta con arco agudo con corredor cubierto. Pegada a él, se encuentra una de las casas mas antiguas de Fermoselle.

 Fermoselle


De vuelta a la plaza Mayor, una de las calles que parten de ella nos suben hasta el castillo, el Castillo de Doña Urraca y mirador excepcional del Duero. Situado sobre el extremo del picón donde se asienta Fermoselle.

Castillo de Doña Urraca - Fermoselle

Castillo de Doña Urraca - Fermoselle

Castillo de Doña Urraca - Fermoselle

El primitivo castillo fue fortificado por el obispo Acuña, que lo convirtió en refugio de los Comuneros que se sublevaron contra Carlos I. Venció el rey y el castillo fue destruido y apenas quedan unos restos de la muralla y vestigios de lo que fue la torre del Homenaje y la plaza de Armas.
En los siglos XVIII y XIX fue sede de una compañia de soldados, mutilados de guerra, en lo que fue una guarda de frontera.

Desde aquí arriba tuvimos el primer contacto visual con el rio Duero, al que a lo largo de los dias veriamos desde distintas vertientes.

Mirador del Castillo - Fermoselle

Mirador del Castillo - Fermoselle

Desde el castillo también se aprecian unas bonitas vistas hacia el pueblo.

Fermoselle

Fermoselle

Fermoselle

Mirador del Castillo - Fermoselle

Fermoselle

Fermoselle


El convento de San Francisco se encuentra en una plataforma natural elevada frente al nucleo urbano. 

Convento de San Francisco - Fermoselle

El convento se encontraba extramuros y fue construido en 1730 sobre los restos de una antigua iglesia románica del siglo XII, de la que se conservan los muros de silleria, modillones y una ventana ajimezada. Tiene un claustro muy austero y el campanario es una sencilla espadaña con un ventanuco.
Los monjes que allí vivian seguian la regla de los franciscanos descalzos.

Convento de San Francisco - Fermoselle

Convento de San Francisco - Fermoselle

Convento de San Francisco - Fermoselle


Este convento ha pasado por diferentes etapas en cuanto a su uso, fue habitado por monjes franciscanos como convento y durante la amortización de Mendizábal fue abandonado como otros muchos recintos religiosos y expoliado. Años más tarde se convirtió en cuartel y actualmente es la Casa del Parque, un lugar donde conocer los arribes y planificar nuestro viaje.
Se realizan visitas guiadas, donde explican la historia geológica, la fauna y flora que podemos encontrar, los principales hábitats del espacio natural, desde los berrocales a la penillanura o las dehesas.
Hay un espacio audiovisual donde se proyecta un video de 15 minutos.
En el rincón de la memoria podemos ver costumbres, fiestas, tradiciones, el duro trabajo cotidiano de sus gentes, oficios ya perdidos.
Una visita realmente interesante.
Entre tanta explicación podemos salir un rato al claustro y pasear por él. Allí varios paneles explican cual ha sido la evolución arquitectónica del edificio y sus transformaciones hasta el dia de hoy para adaptarlo a los usos que se le ha dado.

Convento de San Francisco - Fermoselle

Convento de San Francisco - Fermoselle

Convento de San Francisco - Fermoselle

Convento de San Francisco - Fermoselle

En la fotografia superior podemos ver una puerta que fue cegada, comunicaba la iglesia con el claustro. Debajo,  una inscripción en la piedra cuyo significado no se ha podido descifrar, como ésta hay infinidad de marcas de cantero.

Convento de San Francisco - Fermoselle

Convento de San Francisco - Fermoselle

Convento de San Francisco - Fermoselle

Ya en el exterior del edificio, en el jardín, podemos ver una representación de prácticamente toda la flora de los arribes,  una colección de plantas y árboles que en los siguientes dias podremos ver en su hábitat natural.

Dejamos la Casa del Parque y nos dirigimos a otro de los miradores que se encuentran en el centro de la villa, el Mirador del Torojón. Parece que el nombre es una degeneración lingüistica porque el mirador se encuentra al final de la calle del Torreón.
Se accede por unas pequeñas y estrechas escaleras en un saliente de la roca granítica, arriba nos encontramos con un balcón sobre la villa de Fermoselle.

Fermoselle

Fermoselle

Fermoselle

Ya hemos conocido la Fermoselle "visible", pero hay otra Fermoselle que no podemos ver a simple vista, la que está bajo tierra.
Si paseamos por los alrededores de la plaza Mayor, estamos caminando sobre un queso gruyere ya que toda la roca granítica sobre la que se asienta la villa está repleta de cuevas y oquedades. Son las más de 1000 bodegas de Fermoselle.
Estas cuevas existen desde los primeros moradores celtas que vivieron en estas tierras. Eran pueblos nómadas que se asentaron allí por la riqueza en agua, ellos vivian en las cuevas por debajo del suelo y el ganado pastaba por encima.
Más tarde, los romanos que canteaban la piedra, construyeron las escaleras que facilitaban el acceso a las cuevas.
Por ello se sabe que alguna de estas bodegas fueron construidas en los siglos I y II antes de Cristo.
Había tantas, que unas comunicaban con otras, estableciéndose una red de tuneles y cuevas por debajo de todo el casco urbano.
En la alta Edad Media los latifundios basaban su economia en el cultivo de la vid, eran vinos jóvenes para el autoconsumo y la venta.
Con la despoblación rural muchas de estas bodegas fueron abandonadas, se tapiaron o se utilizaron como trasteros. Durante la Guerra Civil española se utilizaron también como refugio de los que huían de ella, y querian pasar  a Portugal.
Algunas han permanecido hasta nuestros dias y, debido al empuje del turismo rural, sus propietarios permiten visitarlas, realizándose catas de vino y ventas de sus productos.

Desde que pisamos esta villa observamos que en las fachadas de las viviendas se pueden ver una puerta de entrada y al lado otra más pequeñita. La puerta pequeña es la entrada a la bodega.


Fermoselle


Desde hace muy poco tiempo la empresa Terraduero organiza visitas guiadas a estas bodegas que se han ido recuperando poco a poco. Se visitan unas 6 o 7 y es una actividad que nadie deberia perderse.
Las explicaciones del guia (en nuestro caso José) son muy enriquecedoras y aprendimos mucho de todas sus explicaciones.
Dejo el enlace de la web donde se reserva por solo 2 euros por persona y dura unas dos horas.



Bodegas de Fermoselle

Bodegas de Fermoselle

Bodegas de Fermoselle

Bodegas de Fermoselle

Bodegas de Fermoselle

Bodegas de Fermoselle

Bodegas de Fermoselle

Bodegas de Fermoselle

Bodegas de Fermoselle

Bodegas de Fermoselle

Bodegas de Fermoselle


Bodegas de Fermoselle

Bodegas de Fermoselle




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