sábado, 9 de septiembre de 2017

10. Islas Eolias - Vulcano, subiendo al Gran Cráter

Desde que desembarcamos en Vulcano teníamos muchas ganas de que llegara ese día. 
Habíamos visto el volcán desde su base, lo habíamos visto desde el mar. Lo habíamos visto desde las islas vecinas,  habíamos visto sus fumarolas desde lejos, mas o menos intensas en función de la dirección del viento. Veíamos cada día figuras diminutas caminando por su borde.
Habíamos olido su azufre. Nos habíamos preguntado como seria el camino de acceso y nos habíamos imaginado una puesta de sol desde allá arriba.
Por fin habia llegado el día en que íbamos a caminar por el borde del Gran Cráter de Vulcano.
Con las guías hablamos de hacer la excursión por la mañana muy temprano. Esos días hacia mucho calor y no se nos pasaba por la cabeza subir en horas donde el sol estuviera muy fuerte.
Al final se hicieron dos grupos, unos iniciarían la subida sobre las 7 de la mañana y otros a las 8,30. Nosotros nos apuntamos al primer grupo.

El Gran Cratere o Fossa di Vulcano hizo su última erupción el 3 de agosto de 1888 hasta 1890, depositando 5 metros de material piroclástico en la cumbre. Desde entonces, el volcán está activo y se le vigila constantemente.
Las fumarolas situadas en diversos lugares de la isla demuestran que la actividad volcánica no está apagada. Emite principalmente sulfuro de hidrógeno, que forma cristales amarillos en la salida de las bocas
Su cima se alza 386 metros sobre el nivel del mar y su cráter tiene 500 metros de diámetro y 150 de profundidad.
El ascenso no es difícil pero hay que tomárselo con calma. Se tarda en llegar sobre una hora. La dificultad del camino es la arena, es como si caminaras por una playa con pendiente hacia arriba. Cuesta mover los pies. Pero se puede hacer bien.
Dejo aquí una imagen en la que se ve bien el sendero.

Los baños de fango, el azufre, las fumarolas, el volcan activo y su mar cristalino son las joyas que posee Vulcano
Gran Cráter - Vulcano - Islas Eolias

Desde el hotel enfilamos la carretera que nos llevaría hasta el inicio del camino. Allí nos esperaba el guía que nos acompañaría. Nos prestó unas cañas a modo de palo para ayudarnos en el ascenso y calzado adecuado a quien no lo llevaba.

Los baños de fango, el azufre, las fumarolas, el volcan activo y su mar cristalino son las joyas que posee Vulcano
Camino al Gran Cráter - Vulcano - Islas Eolias
La subida, al inicio fácil, continua zigzagueante entre rocas rojizas y grises y plantas de retama.
Luego el sendero se hace mas dificultoso e irregular, atravesando un terreno árido que conduce a una gran planicie gris.
Se va escalando lentamente y, a medida que subimos, el paisaje y las sensaciones cambian notablemente. poco a poco todas las islas van apareciendo en el horizonte.
Se descubre una isla grande y rica en vegetación, con valles modelados por la lava y brotes de retama emergiendo entre las piedras. La retama es la primera planta que puede crecer en terrenos con actividad volcánica reciente.

Los baños de fango, el azufre, las fumarolas, el volcan activo y su mar cristalino son las joyas que posee Vulcano
Ascenso al Gran Cráter de Vulcano - Islas Eolias

Los baños de fango, el azufre, las fumarolas, el volcan activo y su mar cristalino son las joyas que posee Vulcano
Ascenso al Gran Cráter de Vulcano - Islas Eolias

Ascenso al Gran Cráter de Vulcano - Islas Eolias

Ascenso al Gran Cráter de Vulcano - Islas Eolias

Ascenso al Gran Cráter de Vulcano - Islas Eolias

Ascenso al Gran Cráter de Vulcano - Islas Eolias

Ascenso al Gran Cráter de Vulcano - Islas Eolias

Ascenso al Gran Cráter de Vulcano - Islas Eolias
En un momento dado cambia el camino de forma radical, ya no pisamos arena negra. Ahora es piedra de color rosado que luego se vuelve arena. Es la zona de la última erupción.

Ascenso al Gran Cráter de Vulcano - Islas Eolias

Ascenso al Gran Cráter de Vulcano - Islas Eolias

Ascenso al Gran Cráter de Vulcano - Islas Eolias
Ascenso al Gran Cráter de Vulcano - Islas Eolias

Ascenso al Gran Cráter de Vulcano - Islas Eolias

Ascenso al Gran Cráter de Vulcano - Islas Eolias
Ya queda muy poco para llegar al borde del cráter. Nuestra vista puede abarcar las siete islas a la vez.
En la imagen de abajo podemos ver Vulcanello y su península en primer termino, por detrás Lípari, con su Monte Rosa en el centro. A la derecha Panarea y Stromboli se dibujan en el horizonte.

Ascenso al Gran Cráter de Vulcano - Islas Eolias
Por fin, cansados, llegamos al borde del cráter después de 1 hora de subida. Agradecemos haber decidido madrugar y subir tan pronto. No me puedo imaginar hacer esa subida a pleno sol.

Gran Cráter de Vulcano - Islas Eolias
La sensación que experimenté es difícil expresarla con palabras, es un torbellino de sensaciones que van desde la admiración al temor. Un estrecho sendero, que a un lado muestra un amplio horizonte sereno, con el mar y las islas y del otro, el corazón de una montaña viva que lanza humaredas al aire y emite calor.
El hecho de saber que en el fondo de esa "olla", donde se encuentra la "tapa" que conecta directamente con las entrañas de la tierra, se han desatado en el pasado las fuerzas de la naturaleza capaces de modificar el paisaje, invita al respeto y al temor por este lugar palpitante de vida.

Islas Eolias desde El Gran Cráter

Fumarolas del Gran Cráter de Vulcano - Islas Eolias
Habíamos llegado al borde del cráter, pero aun se podía subir un poco mas para alcanzar la altura máxima de los 386 m.
Se circunvala en sentido de las agujas del reloj, de modo que lo primero que se tienen que atravesar son las fumarolas y luego abordar una subida en zig zag por la ladera del volcán.
El guía explicó (en italiano, y entendimos lo que pudimos) que las fumarolas hay que atravesarlas solo una vez, intentando que sea en el mismo sentido que el viento, para evitar que los gases se dirijan a nuestra cara y así evitar respirar lo mínimo del azufre que emiten. Repitió varias veces que si decidíamos ir ya no podíamos volver hacia atrás, había que seguir hacia delante.
Hay que procurar no caerse, porque caer encima de una fumarola que está a 400 grados no debe ser muy recomendable.
La verdad es que entre los gases y la subidita que se divisaba, a priori difícil y que ya llegábamos cansados, decidimos no hacer ese recorrido. El guía nos indicó que podíamos hacerlo al revés, pero solo la mitad para evitar esa parte mas difícil.
Y así hicimos, bordeamos el filo del cráter en sentido contrario.

Gran Cráter de Vulcano - Islas Eolias

Gran Cráter de Vulcano - Islas Eolias

Gran Cráter de Vulcano - Islas Eolias
Es difícil plasmar en una fotografía las impresionantes dimensiones del cráter, por eso ayuda ver a la gente caminando por su borde, que parecen pulguitas al lado de esa mole.

Gran Cráter de Vulcano - Islas Eolias

Gran Cráter de Vulcano - Islas Eolias
Coronamos la cumbre en menos de media hora, el camino no fue difícil pero seguía siendo pesado porque se pisaba arena y costaba avanzar.
Una vez allí, había que retroceder pero vimos el camino de las fumarolas mas fácil desde allí arriba, era bajada y no parecía tan complicado. Así que decidimos bajar por allí para así dar la vuelta completa.

Gran Cráter de Vulcano - Islas Eolias
Gran Cráter de Vulcano - Islas Eolias

Fumarolas y Gran Cráter de Vulcano - Islas Eolias

Fumarolas y Gran Cráter de Vulcano - Islas Eolias

Fumarolas y Gran Cráter de Vulcano - Islas Eolias

Fumarolas y Gran Cráter de Vulcano - Islas Eolias
He de confesar que pase un poco de miedo atravesando ese trozo. Intentaba no respirar e iba esquivando el humo todo lo que podía, mirando de asegurar los pies para no caer. El calor que desprendían las piedras también era importante.
Al fin, logramos pasarlas sin ningún problema e iniciamos el descenso, que hicimos en cuarenta minutos.

Ascenso al Gran Cráter de Vulcano - Islas Eolias

Ascenso al Gran Cráter de Vulcano - Islas Eolias
La mañana la terminamos regresando al hotel y con una buena ducha puesto que volvimos que parecía que habíamos estado trabajando en una mina, negros por el polvo que cogimos en el camino.
Más tarde tuvimos sesión de snorkel. Nos llevaron con una zodiac hasta los farallones de Lípari y allí estuvimos alrededor de una hora realizando inmersiones para ver el fondo marino.
Fue muy bonito, lástima que no dispongo de fotografías para poder recordarlo.

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