Filicudi debe el nombre a su vegetación típica de helechos, feici, que cubre casi toda la isla hasta el pico más alto, Fossa delle Felci, con una altitud de 774 m.
Es la penúltima isla de la parte noroeste del archipiélago, con una superficie de 9,5 Km2 y 230 habitantes que se dedican al cultivo de vino, aceite de oliva, cereales y alcaparras.
En 1997 3/4 partes de la isla se convirtieron en Reserva Natural.
La Fossa delle Feci es un antiguo volcán extinguido que tiene un saliente hacia el sureste que es la Península de Capo Graziano, donde se han encontrado restos de un asentamiento prehistórico del siglo XVI a.C
En la isla hay tres aldeas: Filicudi Porto, Pecorini y Valdichiesa. Dispone de mas servicios que Alicudi pero menos que el resto de islas y hay alguna carreterita que permite circular con vehículo de motor.
La península le da una forma peculiar e inconfundible. Desde lejos dicen que parece una mujer embarazada tendida boca arriba, a mi me parecía un dragón acostado. La imaginación da para mucho.
Dejo aquí una imagen aérea.
Antes de dirigirnos al puerto, primero nos dieron un rodeo para conocer parte de su espectacular litoral occidental.
El mar es el principal atractivo de esta isla, sin contaminación y rico en flora y fauna, es una reserva marina para los amantes de las inmersiones.
Filicudi - Islas Eolias |
Filicudi - Islas Eolias |
La primera parada fue en los farallones. La Canna, inmenso farallón de basalto que alza desafiante sus mas de 70 metros sobre el mar.
La Canna - Filicudi - Islas Eolias |
La Canna - Filicudi - Islas Eolias |
La Canna - Filicudi - Islas Eolias |
Siguiendo la linea de la costa, pasamos por oquedades en la roca, grutas y cuevas que ha horadado el mar a lo largo de miles de años. En algunas zonas el agua es cristalina y de un color azul turquesa espectacular.
Punta Perciato - Filicudi - Islas Eolias |
Costa occidental de Filicudi - Islas Eolias |
Costa occidental de Filicudi - Islas Eolias |
Una de las cuevas mas impresionantes es la Grotta del Bue Marino, llamada así por los pescadores porqué se cree que era refugio de la foca monge (toro de mar). Aunque otra teoría dice que el sonido del agua al chocar contra sus paredes se asemeja al mugido del buey.
Es famosa por los juegos de luces y la reververancia de los sonidos. Tiene 20 metros de altura, 30 metros de ancho y 20 de profundidad. Al fondo hay una pequeña playa de guijarros y se puede entrar en ella con una embarcación.
Grotta del Bue Marino - Filicudi - Islas Eolias |
Grotta del Bue Marino - Filicudi - Islas Eolias |
Costa occidental de Filicudi - Islas Eolias |
Terminado el recorrido costero, la embarcación se dirigió hacia el puerto de Filicudi. Allí desembarcamos para comer y dar un pequeño paseo por su "paseo marítimo".
Filicudi Porto - Islas Eolias |
El puerto es tan pequeño como el de Alicudi, pueden atracar solo dos o tres embarcaciones a la vez. A partir del puerto solo podemos ir hacia el sur, hacia la península y el Capo Graziano.
Puerto de Filicudi - Islas Eolias |
Filicudi - Islas Eolias |
Filicudi - Islas Eolias |
La calle principal que sigue la linea de la playa hacia Capo Graziano tiene mucho ambiente. Tiendas de artesanía, bares, supermercado y un restaurante. Es el centro neurálgico de la isla.
Filicudi - Islas Eolias |
Filicudi - Islas Eolias |
Playa y Capo Graziano - Filicudi - Islas Eolias |
Playa y Capo Graziano - Filicudi - Islas Eolias |
Filicudi Porto - Islas Eolias |
Terminada la visita era hora de regresar a Vulcano, nos esperaban 90 minutos de travesía y la esperanza era que fuera mas tranquila que la ida y que el mar se moviera menos.
La visita de ese día, Alicudi y Filicudi, nos dejo un sabor de boca agridulce.
Creo que son dos islas que merecen ser visitadas con mas tranquilidad. El tiempo del que dispusimos no era suficiente para poder verlas con calma y para llegar se emplea mas tiempo del que tuvimos para permanecer en ellas.
Por otro lado, sigo pensando que hay demasiado turismo y estas dos pequeñas islas se saturan en exceso. Me gustaría poder volver fuera del periodo vacacional porqué estoy segura que la visita seria muy distinta; me hubiera gustado caminar por su interior, lejos del centro donde se concentra toda la actividad y oír el silencio y el sonido del mar chocando contra las rocas.
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