domingo, 11 de junio de 2017

4. Santorini - Thirasia, Oia

Terminadas las visitas a Nea y Palea Kameni, ahora el velero se dirigiría a Thirasia. Allí comeriamos en uno de los restaurantes del pequeño puerto/playa.
Thirasia es una porción pequeña (9 Km2) de la zona occidental de la antigua isla. Tiene un aspecto muy parecido a Santorini, pero mucho más pequeña. Viven unas 150 personas.
Sus escasos habitantes viven de la pesca y del turismo.
El pequeño puerto se llama Riva y en el podemos ver las casas de los pescadores que albergan sus barcas y artes de pesca en cuevas a modo de garaje.
Un sendero serpenteante de mas de 300 escalones sube por el acantilado hasta el pueblo superior, Manolas. Por el sendero solo se puede subir a pie o en burro.

Puerto de Riva - Thirasia

Puerto de Riva - Thirasia

Puerto de Riva - Thirasia

 Thirasia

 Thirasia

 Thirasia
 Thirasia

 Thirasia
De vuelta al barco y regreso a Santorini, donde desembarcamos en el puerto de Oia ( se pronuncia Ia) para poder contemplar la puesta de sol desde cualquier lugar con vistas a la caldera.
Allí pudimos utilizar el "transporte público" de la isla: el burro.
Fue toda una experiencia, subimos a lomos de aquellos pobres animales y por el camino en zigzag fuimos avanzando por aquellos precipicios, muchas veces con los ojos cerrados para no ver lo que teníamos debajo nuestro. Los "chofers" se reían con nuestro miedo y, en ocasiones provocaban al animal para que acelerara el paso y dar mas emoción al pasajero. Vamos, que ni el Dragon Khan.

A las 5 de la tarde ya estábamos en Oia, todavía faltaban unas horas para poder ver la puesta de sol, así que nos dispusimos a callejear por ese bonito pueblo y quemar la cámara fotográfica.
Oia es sin duda el lugar mas fotografiado, y sus puestas de sol son conocidas en mundo entero.
Es un pueblo muy pequeño, con calles estrechas y casas encaladas de blanco. Numerosas escaleras y rincones ocultos para descubrir.
Las tiendas de arte y artesanía le dan un aire bohemio y la suave música que sale de las cafeterías y terrazas ofrecen un lugar cargado de magia.
Hay referencia histórica de la ciudad de antes de 1650, la flota naval de la isla pertenecía en su mayor parte a los habitantes de Oia, lo que la convirtió en un puerto importante para el intercambio comercial entre otros pueblos del Mediterráneo.
Sin duda es uno de los pueblos más bellos de la isla. Las casas esculpidas o excavadas en la roca pertenecían a los miembros de las tripulaciones navieras durante la época de apogeo, pero también existían casas señoriales de los capitanes de los barcos, construidas en el pueblo.
Sus calles están pavimentadas con placas de mármol, en lugar del asfalto que encontramos en el resto de la isla.

Oia

Iglesia de San Nicolas - Oia

Oia

Iglesia de San Nicolás - Oia

Oia

Iglesia Panagia Platsani - Oia

Oia

Oia

Oia
Muchos locales de hostelería tienen en la puerta un letrero como reclamo que anuncia que desde su terraza se puede contemplar la mejor puesta de sol. Poco a poco todas las terrazas se van llenando de turistas hábidos de conseguir la mejor fotografía.

Oia

Oia

Oia
No tuvimos suerte y esa tarde el horizonte se fue llenando de nubes que impidieron poder ver una puesta de sol limpia. De todos modos no nos cansamos de fotografiar ese horizonte rojizo.

Oia

Oia

Oia

Oia
 Ya de vuelta al autocar que nos llevaría al hotel, la luna llena nos obsequió con una preciosa imagen sobre la isla. No pudimos ver una bonita puesta de sol pero disfrutamos con aquella preciosa luna llena.

Oia

Oia

Oia




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