El valle de
Rodalquilar, que realmente no es un valle sino una caldera volcánica, se extiende hasta el borde del mar, donde está
El Playazo.
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Valle de Rodalquilar |
En esta imagen de Google se puede ver perfectamente la forma de caldera abierta hacia el mar.
Mide 6 x 4 Km.
A 1 Km de
Rodalquilar sale una pista asfaltada que en poco mas de 2 Km nos lleva a la playa. A medio camino encontramos a nuestra derecha la
Torre de los Alumbres, construida a principios del siglo XVI para la defensa de los ataques berberiscos a la mina de alumbres que se explotaba en Rodalquilar. Este mineral se utilizaba en la industria textil para fijar los tintes.
Tras diversos avatares, la torre cayó en desuso y estuvieron a punto de demolerla para construir el vecino Castillo de San Ramón, cosa que finalmente se desestimó.
En algunos artículos he leído que se está pensando en restaurarla, pues se trata de la mas antigua de este tipo de fortificaciones, pero de momento sigue abandonada.
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Torre de los Alumbres - Rodalquilar |
Estacionado el coche en el aparcamiento nos dirigimos hacia la playa. Lo primero que encontramos es el otro extremo del sendero de La Molata, nos hace gracia pensar que justo hace un rato venimos del otro lado.
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Extremo del Sendero de la Molata en El Playazo |
Catalogada como una del las mas bonitas playas de Parque, es de arena fina y dorada y aguas muy tranquilas. Es una playa muy familiar porque es de pendiente suave y progresiva.
Por un lado está rodeada por montañas y por el otro está flanqueada por el Castillo de San Ramón.
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El Playazo de Rodalquilar y Castillo de San Ramón |
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El Playazo de Rodalquilar |
En la parte sur de la playa las rocas se adentran en el mar como lenguas de piedra formando un embarcadero natural llamado
Los Caletones. Este embarcadero se utilizó durante mucho tiempo para cargar alumbre, oro o plata procedente de las minas de Rodalquilar. También para transportar adoquines del vecino cerro El Romeral.
En la parte baja del castillo también hay un embarcadero, pero éste está labrado en la roca por la mano del hombre.
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El Playazo - Rodalquilar |
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El Playazo - Rodalquilar |
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Embarcadero - El Playazo de Rodalquilar |
La historia del
Castillo de San Ramón se remonta a 1764, año en el que Carlos III ordenó su construcción, para defender las minas de oro y plomo de Rodalquilar, de los ataques piratas que pudiesen llegar por mar. Al terminar la Guerra de la Independencia, el castillo fue ocupado por personas sin hogar y por cuerpos de policía destinados a vigilar la costa.
En 1875 el Estado decidió venderlo a un particular por 1.500 pesetas.
Desde entonces ha pasado por cuatro dueños, el último lo rehabilitó y lo convirtió en una vivienda habitable a finales de los años 70.
Hace pocos meses el Castillo se ha puesto de nuevo a la venta por tres millones de euros, con un curioso anuncio que ha revolucionado las redes sociales, "dos salones, cocina, patio con acceso a piscina, aljibe árabe y batería de cuatro cañones para posibles, aunque poco probables, ataques piratas". Eso si, es un Bien de Interés Cultural y el propietario se debe comprometer a una serie de requisitos para conservarlo para la comunidad.
El castillo está construido sobre una duna fosilizada y tiene unas impresionantes visitas hacia
El Playazo y los
Acantilados de la Molata. El contraste entre el blanco roto de las dunas y el azul del mar en todas sus tonalidades es espectacular.
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Castillo de San Ramón - El Playazo de Rodalquilar |
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Dunas fósiles - El Playazo de Rodalquilar |
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Castillo de San Ramón - El Playazo de Rodalquilar |
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Dunas fósiles - El Playazo de Rodalquilar |
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Acantilados de la Molata - El Playazo de Rodalquilar |
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Acantilados de la Molata - El Playazo de Rodalquilar |
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Dunas fósiles - El Playazo de Rodalquilar |
En todo el entorno del castillo se pueden ver fósiles marinos en forma de conchas incrustadas en la piedra, señal evidente de que estamos pisando suelo que hace millones de años estuvo inundado por el mar.
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Fósiles - El Playazo de Rodalquilar |
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Fósiles - El Playazo de Rodalquilar |
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Fósiles - El Playazo de Rodalquilar |
Y ya de vuelta al coche, una última mirada a El Playazo.
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El Playazo de Rodalquilar |
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El Playazo de Rodalquilar |
La idea que teníamos a priori era visitar el pueblo de Rodalquilar y su Jardín Botánico, pero el tiempo de nos echó encima y tuvimos que desechar la idea. Es una de las cosas que se nos ha quedado pendiente y así tenemos la excusa perfecta para regresar en otra ocasión.
Muy cerca también está el Cortijo del Fraile, testigo de unos trágicos hechos en los que Federico Garcia Lorca se inspiró para escribir su obra Bodas de Sangre. Este lugar también lo tenemos en la lista de "pendientes".
Tomamos pues la carretera de regreso a Mojácar, esta vez por la autovía. La carretera que une Rodalquilar con La Isleta de Moro es una bajada con bastantes curvas, y claro, tratándose de una carretera con esas vistas aun nos paramos dos veces más, la primera en el
Mirador de la Amatista.
El mirador está al pie de la carretera, un pequeño aparcamiento permite dejar el coche (no se si en verano será fácil aparcar si hay mucha afluencia de público). Una vez estacionado el coche hay que andar unos metros hasta el acantilado.
Este mirador fue construido en el lugar que ocupaba un antiguo puesto de vigilancia de la Guardia Civil.
Ese día hacia un viento espectacular, casi no se podía caminar por la fuerte fuerza del viento. La verdad es que la visita fue breve.
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Mirador de la Amatista |
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Mirador de la Amatista |
A un lado del mirador, hacia el sur la vista es espectacular. Los acantilados de la
Punta del Barranco Negro en primer término y mas alejado el
Pico de los Frailes, una silueta que nos acompañará también en la visita de mañana y que aprovecharé para explicar.
En el lado opuesto, mirando hacia el norte, la
Punta de la Polacra, con su Faro.
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Punta de la Polacra y Faro |
El cerro donde se sitúa el faro es el
Cerro de los Lobos, dónde en 1767 se construyó una atalaya para vigilar la costa, hacían las señales con hogueras que se realizaban en su cima. En 1849, la torre se encontraba en tan mal estado que los torreros no la habitaban y hacían las señales desde su base. Mas tarde fue cedida al cuerpo de carabineros que hacían las tareas de vigilancia de las costas y luego a la Guardia Civil.
En 1987 quedó integrada en el Parque y dos años después la restauraron e instalaron un faro en la parte superior. Desde entonces funciona como faro para cubrir esa parte de la costa del Cabo de Gata.
Dicen que la restauración fue muy fiel a su original.
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Mirador de la Amatista |
Del mirador parte un sendero que también lo hemos puesto en la lista de "pendientes para el siguiente viaje", es el sendero a la
Caldera de Majada Redonda. Como su nombre indica, una caldera originada por el derrumbamiento de las paredes de un antiguo volcán cuando aun estaba activo. Tiene una estructura circular y está rodeada de escarpadas paredes.
Dejo aquí una fotografía de joseapineda (https://pt.wikiloc.com/wikiloc/user.do?id=1314124), donde se ve muy bien la forma de caldera.
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Caldera de Majada Redonda - (https://pt.wikiloc.com/wikiloc/user.do?id=1314124) |
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Caldera de Majada Redonda - (De Falconaumanni - Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=38331228) |
De nuevo en el coche la siguiente parada era el la
Isleta del Moro, la idea de hacer 4 fotos y ya está, pero esto para nosotros es siempre imposible...
La Isleta del Moro Arráez,
La Isleta del Moro o simplemente
La Isleta es un pequeño pueblo de pescadores que todavía conserva el encanto de lo "autentico". Según wikipedia, tiene 171 habitantes y vive prácticamente del turismo y la restauración.
Es obligado hacer una parada para comer o cenar en alguno de sus muchos restaurantes para degustar un esplendido pescado recién llegado en las barcas de los pescadores locales.
Su curioso nombre le viene dado por un enorme peñón ligeramente separado de la playa, que en la antigüedad era frecuentado por árabes y piratas. Mohamed Arráez era un caudillo berberisco y en árabe "ar-rais" significa "patrón de barco".
Viniendo del mirador de la Amatista, el primer desvío que entra al pueblo nos lleva a una explanada donde poder dejar el coche, bajando una pequeña cuesta se accede a la
Playa del Peñón Blanco.
Considerada playa urbana, de 400 metros de longitud y arena fina gris. Su nombre lo debe a una roca de color blanco cuyo origen es el enfriamiento y la solidificación de la lava, formando estas columnas.
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Cala del Peñón Blanco - La Isleta del Moro |
Mas adelante, cerca del núcleo urbano se abren otra dos pequeñas playas muy fotogénicas.
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La Isleta del Moro |
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La Isleta del Moro |
Al fondo, cierra la ensenada un peñón que nos llamó la atención. Por encima se veían figuras de personas andar por allí, así que para allá nos dirigimos.
La vista desde arriba es muy bonita, por un lado vemos la
Playa del Peñón Blanco y por otro el pueblo de la Isleta y la costa hacia el sur, con el
Pico de los Frailes al fondo El camino para subir es fácil, un paseito, pero el viento ese día no ayudaba mucho y era muy pesado caminar por allí.
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Playa de Peñón Blanco - La Isleta del Moro |
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La Isleta del Moro |
El peñón que da nombre a la Isleta lo pudimos ver muy bien desde esa perspectiva. Pudimos comprobar que es el lugar de residencia de centenares de gaviotas.
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La Isleta del Moro |
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La Isleta del Moro |
Terminamos la visita bajando de nuevo hacia la playa antes de ir a buscar el coche. En nuestras retinas queríamos retener para siempre unas imágenes que no queríamos olvidar.
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La Isleta del Moro |
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La Isleta del Moro |
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La Isleta del Moro |
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