Año 2020, un año para olvidar sin ninguna duda. El año de la pandemia mundial originada por el COVID-19.
Desde que el 13 de marzo declararon el estado de alarma y el consiguiente confinamiento, el país se cerró durante 99 dias: museos, iglesias, cines, teatros, hoteles, restaurantes...y la Sagrada Familia.
El 4 de julio el Templo Expiatorio abría de nuevo sus puertas, pero lo hacia solo para los sanitarios, en forma de homenaje a este colectivo que se ha dejado la piel y alguna vida durante la pandemia.
A través del colegio de enfermería pudimos obtener las entradas para poder realizar la visita, una visita que no era completa puesto que había algunos lugares que, por el riesgo de no poder mantener la distancia de seguridad, no se podían visitar, como la cripta, las torres o el taller de Gaudí.
He de decir que disfruté muchísimo, la pude ver con otros ojos a los que estaba acostumbrada y aprendí mucho de su simbología y del significado de muchas de sus estructuras.
Despertó en mi las ganas de saber mas y de buscar información y aprender más de esta maravilla que es el Templo Expiatorio de la Sagrada Familia.
Como siempre, vamos a empezar por el principio, por sus orígenes.
Apuntar antes que toda la información y las fotografías antiguas y de las maquetas están obtenidas del blog oficial de arquitectura https://blog.sagradafamilia.org/ y de la entrada de wikipedia que es muy completa. También alguna cosa suelta de otros blogs.
Antonio Gaudí no fue quien puso la primera piedra, él estuvo invitado a la ceremonia porque había trabajado de ayudante para el arquitecto al que se le había encargado la obra, Francisco de Paula del Villar. Poco podía imaginar Gaudí, aquel 12 de marzo de 1882 que él pasaría a la historia por ser el artífice de la iglesia cristiana mas alta del mundo y la mas visitada de Europa, después de San Pedro del Vaticano.
Un librero de Barcelona, Josep Maria Bocabella, persona muy católica que fomentaba la educación cristiana para los niños y jóvenes, fundó en 1866 la Asociación Espiritual Devotos de San José para recaudar fondos con el fin de construir un templo expiatorio. En 1881 compró un solar en el cercano municipio independiente de Sant Martí de Provençals, ahora engullido por el ensanche de Barcelona. Este solar estaba incluido en el Plan Cerdà y era un poco mas grande que el resto de manzanas del ensanche porque estaba destinado a ser un hipódromo. El solar costó 172.000 pesetas.
Desde sus inicios, su construcción se ha sufragado con limosnas y donativos, lo que ha hecho que en ocasiones las obras se ralentizasen o incluso parasen por falta de dinero que continuar.
Bocabella tenia la idea de hacer una réplica del Santuario de Loreto en Italia, que se supone guarda la que fue casa de José y Maria en Nazaret, pero Villar tenía otro proyecto, una iglesia neogótica de tres naves y un alto campanario en forma de aguja. Dejo abajo un dibujo.
Proyecto de Francisco de Paula del Villar |
De Francisco de Paula del Villar y Lozano - https://blog.sagradafamilia.org/wp-content/uploads/2017/11/cover-3.jpg, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=66061401
El 25 de agosto de 1883 se iniciaron las obras bajo las órdenes de Villar, pero dos meses mas tarde renunció debido a las desavenencias con Bocabella que estaba asesorado por otro renombrado arquitecto, Joan Martorell. Éste declinó la invitación a seguir con el proyectó y recomendó al joven Gaudí, al que conocía por haber sido colaborador suyo en otras obras.
Antoni Gaudí tenia 31 años y no tenia experiencia en la ejecución de grandes obras, pero aceptó seguir con la construcción del templo el día 3 de noviembre de 1883.
Al hacerse cargo, Gaudí modificó el proyecto por entero, salvo la parte que ya había empezado a construirse, la cripta. Tampoco pudo cambiar la orientación, puesto que los cimientos ya estaban hechos. Él hubiese preferido orientar el ábside hacia levante y así disponer de mayor longitud de planta.
La versión final, y la que vemos crecer día a día, tiene planta de cruz latina, cinco naves centrales, transepto de tres naves y ábside con siete capillas. Tendrá tres fachadas dedicadas al Nacimiento, Pasión y Gloria de Jesús. Cuando concluya su construcción tendrá 18 torres: 4 en cada portal haciendo un total de 12 (el número de apóstoles), 4 sobre el crucero que invoca a los cuatro evangelistas, 1 sobre el ábside dedicada a la Virgen Maria y la torre-cimborio central en honor a Jesús que alcanzará los 172,5 metros de altura.
Dispondrá de dos sacristías junto al ábside y tres grandes capillas: la de la Asunción en el ábside y las del Bautismo y la Penitencia junto a la fachada principal. Estará rodeada por un claustro para aislar el templo del exterior.
Les imágenes inferiores forman parte de la maqueta que nos muestra como será la Basílica una vez terminada.
Ábside y fachada de la Pasión |
Fachada de la Gloria y fachada del Nacimiento |
Durante los siguientes 43 años, Gaudí trabajó intensamente en la obra, los últimos 15 años ya de forma exclusiva y el último año vivió incluso en su taller en el templo. La magnitud de la obra hacia que el arquitecto diseñara algunos elementos a medida que la construcción avanzaba, no tenia planos ni instrucciones, trabajaba sobre la marcha.
Gaudí estimaba que la construcción del templo duraría siglos, por eso decidió construir en vertical en lugar de horizontalmente, de este modo pudo levantar y terminar una fachada del ábside y del nacimiento, con el objeto de que la generación que había comenzado la obra viese algo acabado y, al mismo tiempo esto pudiera servir de estímulo a futuras generaciones para continuar la obra.
En la imagen inferior una maqueta muestra la parte construida hasta hoy, en color marrón, y la parte que queda por construir en color blanco.
Consciente de que no llegaría a definir todo el proyecto sobre los planos porque no le daría tiempo en vida, realizó con detalle varias maquetas de yeso a escala 1:10 y 1:25 de las partes mas significativas, para que sirvieran de modelo en el resto del edificio.
En vida de Gaudí se construyó la cripta, el ábside y la fachada del Nacimiento y solo pudo ver culminada una las torres, la de San Bernabé.
De Desconocido - Bassegoda Nonell, Joan (2002), Gaudí o espacio, luz y equilibrio, Criterio, Madrid. ISBN 84-95437-10-4., Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=4249895
Gaudí visitaba a diario la iglesia de Sant Felip Neri, allí rezaba y hablaba con su confesor. El día 7 de junio de 1926, un tranvía se cruzó en su camino en la Gran Vía y lo atropelló dejándolo sin sentido. Por su aspecto descuidado, sus ropas gastadas y viejas y por ir indocumentado, lo tomaron por un mendigo y tardaron mas del debido tiempo en socorrerle, hasta que un guardia civil lo metió en un taxi y lo llevó al hospital de la Santa Creu. Al día siguiente un capellán lo reconoció pero ya era tarde para el y falleció el 10 de junio de 1926 a los 73 años de edad.
Su funeral, dos días después, fue multitudinario. Barcelona se volcó en dar el último adiós al gran arquitecto. Sin distinción de clases, las calles se llenaron de gente que quería despedir a su genio y acompañaron el féretro desde el hospital, cercano a las Ramblas, hasta la Catedral dónde se ofició la ceremonia fúnebre.
Después trasladaron el féretro de Gaudí hasta la cripta de la Sagrada Familia, un itinerario con las calles llenas de gente y los balcones con crespones negros.
El féretro con el cuerpo de Gaudí fue llevado hasta la capilla de la Virgen del Carmen, por obreros de las obras del templo. En esa capilla reposaran para siempre los restos mortales de un hombre sencillo y humilde que tuvo un funeral digno de un rey.
Funeral Antoni Gaudí |
Funeral Antoni Gaudí |
Tumba Antoni Gaudí |
Tras la muerte de Gaudí, su ayudante Domingo Sugrañes se hizo cargo de seguir con las obras. Entre 1926 y 1936 finalizó las tres torres que quedaban de la fachada del Nacimiento.
La Guerra Civil española se interpuso en la continuidad de las obras. El 20 de julio de 1936 un grupo de salvajes incendiaron la cripta y profanaron la tumba de Bocabella. Milagrosamente no tocaron la de Gaudí que se encontraba al lado. Arrasaron también el taller del artista, donde se encontraban sus esbozos, maquetas y modelos. Días después se pudieron rescatar algunos trozos de las maquetas y fueron puestos a buen recaudo para protegerlos de futuros ataques.
A partir de 1940 se restauraron y se reconstruyeron los modelos, se elaboraron los planos y construyeron una nueva réplica de la maqueta de la nave central.
En 1944 se reemprendieron las obras después de definir como debían seguir para ser fieles a las ideas de Gaudí. Al frente del proyecto estaban tres arquitectos: Francesc Quintana, Isidre Puig i Boada y Lluis Bonet i Garí
El 7 de diciembre de 2010, en templo fue declarado Basílica Menor por el Papa Benedicto XVI quien la consagró y ofició la primera ceremonia religiosa.
Se prevé que las obras finalicen en el año 2026, año en que se conmemorará en centenario del fallecimiento de Antonio Gaudí. No se habrán tardado siglos en su construcción, como preveía Gaudí, pero habrán participado en su edificación 5 generaciones de trabajadores, durante 144 años.
Por curiosidad, la Basílica de Santa Maria del Mar tardó 54 años en levantarse y la Catedral de Barcelona 122 años.
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